Juan el contaminador

Por Mijael Carrizales. RRIZALES

Se vienen tiempos nuevos, comentó uno de los jefes del grupo, los niños no prestaron atención a más detalles y continuaron disfrutando de la fiesta.

Esa semana se llenó de movimiento, lo que antes era un pueblo tranquilo, ahora estruendosas bocinas de camiones llenaban el ambiente, pero eso no fue todo, grandes maquinarias comenzaron a trabajar, lo que antes había sido un tranquilo pueblo hoy se parecía más a una ciudad, algunos papás lo denominaron progreso y otros retroceso.

Después de un mes había fábricas, Santivañez parecía más grande, esa tarde los niños se preparaban para entrar al dique ¡El lugar favorito de todos! Mijael corrió para ser el primero en saltar al río, pero pronto se detuvo al ver el dique lleno de basura, pero eso no era todo, el agua ya no era cristalina y tenía un olor peculiar. Todos quedaron atónitos y empezaron a investigar, pronto encontraron que Juan el propietario de una de las fábricas vertía aguas oscuras y apestosas al río.

Los niños molestos por lo ocurrido buscaron al alcalde, querían que Juan el contaminador dejase de ensuciar su precioso dique, imaginando un lugar limpio para crecer.

Los días pasaron y al fin los niños pudieron hablar con Juan, le explicaron que el río estaba muriendo, enseguida Juan se disculpó y ayudó a los niños a limpiar el dique.

Los niños estaban dichosos con todo lo sucedido, por lo que comenzaron a limpiar todo el pueblo, entendieron que el cuidado del medio ambiente es responsabilidad de todos.