¿Sabías qué?

Tenochtitlan (1325-1521) sufrió por lo menos tres severas inundaciones provocadas por desniveles de los lagos Zumpango y Texcoco. En 1446 fue la primera gran inundación; la ocurrida en 1449 dio pie a la creación del albarradón de Nezahualcóyotl.

Asombrosa solución

Durante el reinado de Moctezuma Ilhuicamina, Tenochtitlan sufrió la inundación más severa y catastrófica desde su fundación. Netzahualcóyotl, rey de Texcoco, aconsejó “que el mejor y más eficaz remedio del reparo era hacer una cerca de madera y piedra que detuviese la fuerza de las aguas para que no llegasen a la ciudad; y aunque parecía difícil atajar el lago (como en realidad lo fue) hubo que tomar el consejo".
Todos los señoríos cercanos contribuyeron. Con el arduo esfuerzo de miles de hombres y recursos, la obra se terminó en poco tiempo.
Con una longitud de 16 kilómetros, muchos de los cuales se construyeron en el agua, y 15 metros de ancho, la albarrada de Netzahualcóyotl dividió la gran laguna en dos: "la del oriente, de aguas saladas, la cual siguió llamándose lago de Texcoco, y la occidental, cuyas aguas rodeaban a la metrópoli, y que se denominó laguna de México, cuyas aguas asombrosamente se volvieron dulces".
La albarrada evitaba el desbordamiento de lago de Texcoco sobre Tenochtitlan cuando sus aguas crecían, o evitaba su desecación si el nivel bajaba de forma drástica. Sus ventajas eran increíbles, pues servía tanto de presa como de distribuidora de agua.
Después de la impresionante construcción del abarradón, escasas veces la capital del imperio azteca sufrió inundaciones; no fue sino hasta 1521, cuando con la conquista española, la abarrada quedó inservible casi en su totalidad.

Referencias
http://sustentambiente.bligoo.com.mx/las-peores-inundaciones-eOKOn-mexico#.WSgklIWcHI

Autora de esta nota, María Guadalupe Benítez López