Existe una interacción continua e intensa entre el cauce, las aguas que circulan por él y las riberas. Por lo tanto, cualquier alteración de este conjunto de interacciones puede tener un resultado de degradación del ecosistema fluvial. Así, se establece que un ambiente está contaminado cuando sus condiciones bióticas y abióticas se alejan de lo correspondiente a su estado natural (Agirre & Bikuña, 2001).
Las obras hidráulicas regulan los caudales artificialmente, pero dicha regulación afecta de manera sustancial a la fauna acuática reófila, no sólo por las fluctuaciones de nivel que se producen, sino por el desfase temporal en que ocurren respecto a la fenología natural. Por ello, la gestión integral del agua y de los recursos biológicos relacionados con la misma deben enfrentarse a la problemática que estas obras originan y, en específico, cuantificar los caudales circundantes mínimos capaces de mantener los ecosistemas de los ríos relativamente regulados (González-del-Tánago, 2014).
En Ecuador se vienen realizando investigaciones con proyectos fundamentados en la conservación de los caudales ecológicos que existen en las principales cuencas hidrográficas del país; como evidencia de ello se puede mencionar al proyecto Quillán-Alemania, ubicado en el cantón Píllaro, provincia de Tungurahua, el cual tiene como fin captar un caudal del 40% del total de alrededor de 450 litros por segundo de agua proveniente de vertientes naturales propias del sector. Cabe recalcar que en el sector mencionado se idealiza un equilibrio ambiental con sus recursos hídricos, dando paso a varios criaderos de una especie de peces en particular, conocida como trucha.
La necesidad de la población de contar con un servicio de agua de calidad ha generado preocupación, al constatar que este beneficio se ha vuelto vulnerable y está siendo amenazado. En Ecuador se ha incrementado de manera considerable el interés por cuidar y preservar los ecosistemas que proveen los servicios hidrológicos.
La principal iniciativa tomada por las autoridades municipales es la creación de un mecanismo de pago por servicios ambientales para la conservación de cuencas hidrográficas, el cual consiste en la remuneración monetaria a cambio de mantener o modificar un uso del suelo que afecta la disponibilidad y/o calidad del recurso hídrico. El monitoreo en muchos proyectos es poco riguroso o no se monitorea, sin embargo se evidencia un gran progreso en el ámbito de la conservación ambiental (Cordero-Camacho, 2008).
Consideramos que la manera más adecuada de manejar los recursos hídricos que nos provee la naturaleza es mediante un equilibrio entre su uso y protección de los ecosistemas involucrados; reutilizando las aguas tratadas, reduciendo los vertidos contaminantes e implicando activamente a la sociedad civil; todo ello con el propósito de devolver al ecosistema fluvial su dinámica natural.
Referencias
Agirre, A., & Bikuña, B. G. D. (January 2001). Conceptos básicos para la aplicación del caudal ecológico. Barcelona: s.e.
Cordero-Camacho, D. (2008). Esquemas de pagos por servicios ambientales para la conservación de cuencas hidrográficas en el Ecuador. Investigación Agraria: Sistemas y Recursos Forestales, 17(1), 54-66.
Recuperado de file:///C:/Users/user/Downloads/1521-2440-1-PB.pdf.
González-del-Tánago, M. (2014). El concepto de caudal ecológico y criterios para su aplicación en los ríos españoles. Madrid: s.e.
Puedes contactar a los autores de este artículo:
Karen Figueroa: kfigueroa6150@uta.edu.ec
FB: www.facebook.com/karen.figueroas
Víctor Izurieta: vizurieta9045@uta.edu.ec
Christian Pérez: cperez6213@uta.edu.ec
FB: www.facebook.com/chrisdan.perez
Esteban Tenecota: etenecota6280@uta.edu.ec