Inicio » Notas de agua

Temazcal, agua y transformación

Audio en maya

Audio en náhuatl

Temazcal, agua y transformación

Por Jacob López González
Texto revisado por la arqueóloga L. Hortensia de Vega Nova

La civilización tlahuica-mexica se asentó en la zona de Yautepec, en el estado de Morelos, México (1220-1521 d.C.) debido a la gran fuente de agua que hoy conocemos como el río Yautepec; esta misma agua les servía para el cultivo de sus alimentos y ahí establecieron su civilización. Tan importante era esta fuente de agua que construyeron un tecpan (palacio) cerca del río Yautepec. El tecpan actualmente está ubicado frente al centro de salud de la ciudad de Yautepec.

En el tecpan residían los grupos sociales que dirigían las actividades administrativas y religiosas del pueblo tlahuica-mexica (Yautepec prehispánico): guerreros y sacerdotes, así como sirvientes que ayudaban en la celebración de festividades, ceremonias religiosas, procesamiento de alimento y limpieza.

Temazcal, agua y transformación

La información escrita durante ese siglo dice que en Yautepec vivía un tecuhtli (supervisor de tributos) y dos calpixques (encargados del cobro y reparto de tributos); uno era mexica y el otro tetzcocano; ellos se encargaban de recoger los tributos de los pueblos cercanos (Ticumán, Tlatizapán, Atlhuelic, Amatepeque, Ocopetlatla y Oacalco) para enviarlos hacia la ciudad de Tenochtitlan y a Texcoco, a través de la provincia de Oaxtepec; por la información que tenemos, se deduce que el tecpan era un tipo palacio de gobierno de ese tiempo.

En este tecpan hay un baño ceremonial o temazcal (actualmente en ruinas). El temazcal (en náhuatl: tema: “vapor” y calli: “casa”) o casa de vapor está ubicado en el centro del tecpan; tal vez está en el centro haciendo alusión a que la higiene, el cuidado y el disfrute del cuerpo es el centro de la vida misma; si no hay un disfrute del cuerpo no hay una felicidad en sí, y empieza a haber problemas tanto físicos como mentales; este concepto lo tenían muy en claro no solo en este pueblo sino en muchos de los pueblos prehispánicos.

Los temazcales se ubicaban mayormente en centros ceremoniales, aunque existe uno en este tecpan sin que sea un edificio religioso sino más bien uno de gobierno o administrativo.

El material con el que se construyó este temazcal es de piedra con barro, pero podían ser de adobe, carrizo o piedra tallada. El piso de este temazcal está enterrado y aún no se sabe de qué podría estar hecho, pero lo más probable es que sea de piedra, aunque los materiales de los pisos de los temazcales de ese tiempo podían ser de tierra apisonada, estuco (pasta de grano fino compuesto de cal apagada, mármol pulverizado, yeso, pigmentos naturales, etc.) o empedrado.

La manera de obtener el vapor era a través del calentamiento de piedras al rojo vivo que se arrojaban a un orificio que contenía agua (muy probablemente agua del río Yautepec).

Los usos del temazcal eran muchos, por ejemplo de tipo religioso, por higiene y terapéuticos, como el tratamiento posparto; es decir, este temazcal tenía muchas maneras de ayudar a las personas que estaban en el tecpan.

Las culturas prehispánicas veían al temazcal como el interior de la tierra y era un lugar donde se conectaban el mundo de los vivos y de los muertos.

Vemos que para la cultura tlahuica-mexica y más culturas prehispánicas, el temazcal era una parte muy importante para sus vidas, no solo era higiene, sino que va más allá: observamos la forma en cómo esta civilización utilizaba el temazcal para tratamientos médicos y no solo eso sino que veían al temazcal como una vía o una conexión con el mundo de los muertos o inframundo.

También estaba la necesidad de estimular el cuerpo con el vapor caliente, para acelerar la circulación sanguínea, dilatar los vasos, incrementar el metabolismo celular, inducir la producción de hormonas, neurotransmisores, prostaglandinas y endorfinas.

En conclusión, los cambios no solo eran físicos, sino que también había la oportunidad de la elaboración del pensamiento en la persona, quien convierte esta necesidad de renovarse en algo cotidiano; aprende y se da la oportunidad de tener tiempo para ella, para pensar, para transformarse, para quitar lo viejo y fomentar y estimular lo nuevo; es decir, para cambiar, y al mismo tiempo mantener su esencia, al igual que lo que hace el agua líquida al convertirse en vapor dentro del temazcal.

Fuentes:

Puedes consultar la siguientes fuentes para conocer más sobre el tema:

Cédulas informativas del tecpan (zona arqueológica de Yautepec).
Lozoya, X. (2005). Spa: salute per aqua, el temazcalli. Arqueología Mexicana. Recuperado de https://arqueologiamexicana.mx
Ortiz-Butrón, A. (2005). El temazcal arqueológico. Arqueología Mexicana. Recuperado de https://arqueologiamexicana.mx
Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española. (s.f.). Calpixque. Diccionario de la lengua española. Recuperado de https://dle.rae.es
<https://www.lexico.com>