¿Conoces los diferentes tipos de focos?, ¿sabes cuánto energía se ahorra dependiendo del tipo de foco?
Aquí te mostraremos las clasificaciones de focos para que sepas cómo elegir el correcto y poder ahorrar energía en tu casa.
Debes comenzar por decidir qué tipo de luz quieres, ¿blanca (luz fría)?, ¿amarilla (luz cálida)?
Para empezar, un foco ahorrador estándar tiene ocho mil horas de vida.
Foco incandescente (luz cálida)
Produce luz mediante el calentamiento de un filamento metálico de wolframio y al paso de la corriente eléctrica se calienta rápidamente en el interior de la bombilla.
Ventajas
• Es el sistema más común en los hogares hoy día.
• Es barato y se vende desde hace 100 años.
• Existen de 100, 75, 60 y 40 watts.
Desventajas
• Produce mucho calor y no se puede tocar.
• Genera más calor de lo que realmente ilumina.
• Consume un 75% más que los focos ahorradores.
Lámpara fluorescente compacta (luz blanca y cálida)
Normalmente se fabrica para uso con corriente alterna, es decir, corriente directa, y por lo general su uso es para las casas que cuentan con un sistema de paneles fotovoltaicos.
Ventajas
• Consume 75% menos que su equivalencia incandescente.
• Buen nivel de iluminación.
• Su tiempo de vida es alto, varía de 6 000 hasta 10 000 horas de acuerdo con el modelo específico.
Desventajas:
• Su costo es elevado, cuestan 10 o 15 veces más que el foco incandescente, pero al mismo tiempo su rendimiento es unas 10 veces mayor que un foco incandescente.
Foco de halógeno (luz cálida)
Como su nombre lo indica, usa halógeno en el filamento dentro de la bombilla; su comercialización inició en los años ochenta y tiene similitud con los focos incandescentes.
Ventajas
• Las lámparas son de 115 o 112 volts.
• Es una nueva tecnología y ahora utiliza gas xeron en lugar de halógeno, lo que aumenta su rendimiento en al menos un 30%.
• Tiempo de vida: 2 000 horas.
Desventajas
• Requiere de un transformador para conectarse a la corriente eléctrica.
Algunas recomendaciones de la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía:
• Apaga la luz cuando no la necesitas.
• Aprovecha al máximo la luz natural.
• Abre cortinas y persianas durante el día y aprovecha la luz solar.
• Mantén limpios focos y lámparas, pues el polvo reduce el nivel de iluminación.
• Pinta las paredes de tu hogar con colores claros; esto ayuda a aprovechar mejor la luz tanto natural como artificial.
• Realiza el mayor número de actividades aprovechando la luz solar.
• Si vives en un lugar de clima cálido, cierra las persianas en el día, pues al abrirlas entrará la luz natural, pero también el calor y, en todo caso, el costo de la iluminación artificial es más bajo que climatizar la habitación.
• Utiliza sensores de presencia, de tal forma que cuando no estés en la habitación las luces estén apagadas. Esto se recomienda en lugares donde hay mucho movimiento y las personas entran y salen con mucha frecuencia.
Fuentes: