Por Itzel Bahena, Antonella Gispert y Ana Vázquez Palabras clave: acidificación de los océanos, biotecnología, importancia, cambio climático, consecuencias.

Los corales son esenciales para los océanos y la vida marina. Están formados por pequeños organismos llamados pólipos. Los arrecifes de coral son uno de los ecosistemas más diversos en el planeta, esto se debe a que los pólipos de coral son los principales responsables de la formación de grandes colonias de arrecifes. Más del 25% de los peces del océano dependen de la salud de los arrecifes de coral y éste proporciona un entorno protegido a muchas especies, es como si fuera su hogar (NOAA, 2019); además, actúan como barreras para reducir el efecto de los ciclones tropicales, tormentas y la erosión; también son una gran fuente de alimentos y medicinas.

Las actividades humanas, como la minería oceánica, la pesca insostenible y las industrias de moda rápida son algunas de las razones de la contaminación del océano. Además, los protectores solares provocan el blanqueamiento de corales duros, incluso en concentraciones bajas. Estas acciones estresan al coral y causan el blanqueamiento de los mismos, significando su posible muerte. Según la NOAA (2013), se estipula que los pólipos de coral pueden llegar a estresarse por el aumento y decremento de las temperaturas del agua, lo que genera una pérdida de algas en los tejidos de los pólipos. Como resultado, surge el blanqueamiento de corales. Mientras un coral blanqueado no está muerto, los corales pueden sobrevivir eventos blanqueantes, pero están bajo mucho estrés y son menos resistentes a los peligros, como enfermedades, lo que los hace más vulnerables a la muerte. Los corales son capaces de recuperarse del blanqueamiento si las condiciones mejoran antes de su muerte. Sin embargo, les toma muchos años recuperarse por completo.

Como ya se mencionó, la búsqueda de nuevas formas de repoblar los arrecifes de coral es crucial. Una investigación hecha por Anastazia Banaszak, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), está utilizando biotecnología para poder reproducir los corales sin dañar al ecosistema. Desarrolló un modelo de trabajo circular que inicia en el mar, donde obtiene los gametos (células sexuales) de los corales. Para poder recolectar a los gametos sin dañar al ecosistema, cubre las colonias con unas redes que en la parte superior tienen un embudo invertido y un envase recolector. Como los gametos tienen una flotabilidad ligera, se desplazan de la colonia fácilmente a través de la red hacia el bote recolector. Luego, en tierra, fertilizan a los corales en el laboratorio y se cultivan en viveros especiales. Concluye el proceso en el ecosistema natural, donde se incorpora a los corales en los arrecifes para rehabilitar las estructuras calcáreas en las que viven (Banaszak, 2013).

Aunque los corales solo cubren el 1% del océano, son clave para la salud del mismo. En las últimas décadas han comenzado a estar en riesgo de extinción debido a muchos factores, como el cambio climático. Así, debemos cuidar nuestro planeta, porque si no lo hacemos, estamos poniendo en riesgo las vidas de otras especies en el océano, la tierra y el aire. Si los arrecifes de coral se extinguen, el océano proporcionaría menos oxígeno y alrededor del 25% de la vida marina perdería su hábitat. Si esta cantidad de especies se perdiera, no solo afectaría al ambiente, sino también la economía y el empleo de las personas.