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Notas de agua - Revista digital Agua Simple

El Eje Cafetero colombiano: patrimonio mundial de la cultura y la biodiversidad

Por Maribel Cardona, Alejandra Cardona, Santiago Nieto y Jeymmy Walteros

Microcuenca andina colombiana en zona de cabecera. Fotografía: Walteros, J.
Microcuenca andina colombiana en zona de cabecera. Fotografía: Walteros, J.

Colombia es uno de los pocos países del mundo considerado megadiverso, lo que significa que por cada 10 especies que existen en el planeta, una habita en este territorio.¹ Esto es realmente increíble, sobre todo por la variedad de regiones y ecosistemas, así como de especies y genes que tenemos. Incluso la biodiversidad cultural que se encuentra en nuestro territorio es asombrosa. Es por esto por lo que ser colombianos nos llena de orgullo, pero también nos confronta con retos importantes, como el de proteger, gestionar y conservar de manera efectiva nuestros ecosistemas, sus servicios ecosistémicos y biodiversidad.

Diversidad de macroinvertebrados acuáticos presentes en las cuencas hidrográficas andinas.
Diversidad de macroinvertebrados acuáticos presentes en las cuencas hidrográficas andinas. Fotografía: Walteros, J.

El territorio colombiano se divide en cinco regiones. En particular, la región Andina es la zona donde más se conoce sobre diversidad biológica. En esta región es común encontrar una variedad de pisos térmicos, que van desde nieves perpetuas hasta valles interandinos cálidos. Esta diversidad de climas, paisajes, ecosistemas y mucha agua es el mayor potencial que se tiene, y por eso también es la zona más habitada en Colombia. Aquí se encuentran las ciudades principales, que por lo general tienen 1 o 2 cuencas hidrográficas prioritarias, que además de abastecer de agua a sus habitantes brindan el soporte para diversas actividades protectoras y productivas.

En los Andes colombianos se encuentra el Eje Cafetero, una ecorregión que por su paisaje cultural cafetero fue declarado patrimonio mundial y cultural por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2011.² Este honor es en reconocimiento a un lugar que resguarda no solamente una cultura cafetera ampliamente reconocida en el mundo sino también a un territorio donde la biodiversidad y el agua han sido centro de atención para conservacionistas, productores de café, investigadores, académicos e incluso entre los mismos ciudadanos.

Microcuenca andina colombiana en zona de cabecera. Fotografía: Londoño, D
Microcuenca andina colombiana en zona de cabecera. Fotografía: Londoño, D
Diversidad de plantas acuáticas presentes en zonas de humedales en las cuencas hidrográficas andinas. Fotografías: Uribe, M.
Diversidad de plantas acuáticas presentes en zonas de humedales en las cuencas hidrográficas andinas. Fotografías: Uribe, M.
Diversidad de peces nativos presentes en las cuencas hidrográficas andinas. Fotografías: Aguiar, W.
Diversidad de peces nativos presentes en las cuencas hidrográficas andinas. Fotografías: Aguiar, W.
Diversidad de anfibios presentes en estas cuencas hidrográficas andinas.
Diversidad de anfibios presentes en estas cuencas hidrográficas andinas.
Fotografías: Anganoy-Criollo, M

Con el paso de los años, nuestras microcuencas cafeteras han sido recuperadas y poco a poco saneadas. Actualmente, la producción de café implica prácticas sostenibles, como el lavado eficiente del grano, con un consumo menor de agua, al punto que se ha logrado reducir hasta un 88% del consumo de agua.³ Hoy en día es posible encontrar en los ríos, quebradas o “cañadas” (como coloquialmente se les conocen a estos sistemas naturales) especies nativas de peces de los géneros Astroblepus, Trichomycterus o Hemibrycon, y reconocidos como negritos, lángaras o sardinas, los cuales se alimentan de muchas formas de invertebrados acuáticos. También es común encontrar lugares donde se mantiene la conectividad entre los sistemas acuáticos y los parches de vegetación, corredores de conservación y bosques nativos. Estas acciones, en parte, han permitido comprender que sin bosques ni agua no es posible encontrar tanta biodiversidad.

Diversidad de aves presentes en las cuencas hidrográficas andinas. Fotografías: A) Márquez, J.; B, C, D) Nieto, S.
Diversidad de aves presentes en las cuencas hidrográficas andinas.
Fotografías: A) Márquez, J.; B, C, D) Nieto, S.

¡Y para muestra varios botones! Esta región cuenta con la presencia de especies emblemáticas de aves, como las siguientes: el buhito andino (Glaucidium jardinii), el musguerito paramuno (Iridosornis rufivertex), el pato de los torrente (Merganetta armata), el gallito de roca (Rupicola peruvianus), además de colibríes de diversas formas y tamaños. También hay presencia de especies de aves emblemáticas que se encuentran en alguna categoría de amenaza para Colombia, como el cacique candela (Hypopyrrhus pyrohypogaster), encontrándose en el país como vulnerable (VU); la pava caucana (Penelope perspicax); el loro orejiamarillo (Ognorhynchus icterotis); el tororoi de Miller (Grallaria milleri); el tapaculo de Stiles (Scytalopus stilesi); todos ellos en estado de amenaza, en peligro (EN) a nivel nacional; el doradito lagunero (Pseudocolopteryx acutipennis) en peligro crítico (CR), según las categorías de amenaza nacional y respaldadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

¡Y para la muestra varios botones! Así que vamos a conocer, valorar y exaltar nuestra biodiversidad. Fotografía: Walteros, J.
¡Y para la muestra varios botones! Así que vamos a conocer, valorar y exaltar nuestra biodiversidad. Fotografía: Walteros, J.

Estas aves son foco de interés de naturalistas del mundo que visitan la región tan solo para lograr un registro fotográfico y ampliar su lista de chequeo. Algunos han colgado sus mejores registros fotográficos en plataformas de ciencia ciudadana como iNaturalist (Una Comunidad para Naturalistas·iNaturalist).

La majestuosidad de los bosques nativos con exuberantes ríos son el refugio de especies de plantas, anfibios, reptiles y peces dulceacuícolas, incluso de mamíferos como el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), la taira (Eira barbara), el venado de páramo (Mazama rufina), la danta de páramo (Tapirus pinchaque), la nutria (Lontra longicaudis) o el imponente puma (Puma concolor). Sin embargo, debemos seguir trabajando por conocer, reconocer y valorar toda esta biodiversidad, de manera que sea posible reducir la presión que se ejerce en las especies, ya sea por la destrucción de su hábitat, la caza indiscriminada o el potencial conflicto con las comunidades locales.

¡Hey, echen ojito en Colombia, es megadiverso, súper divertido y muy chévere! En la imagen, un puma. Fotografía: registro de cámara trampa, Grupo de Investigación en Ecología, Ingeniería y Sociedad-Universidad Tecnológica de Pereira, Colombia.
Danta y cría. Fotografía: registro de cámara trampa, Grupo de Investigación en Ecología, Ingeniería y Sociedad-Universidad Tecnológica de Pereira, Colombia.
Danta y cría. Fotografía: registro de cámara trampa, Grupo de Investigación en Ecología, Ingeniería y Sociedad-Universidad Tecnológica de Pereira, Colombia.
¡Sin agua no hay vida! Una afirmación contundente, que da cuenta de la estrecha relación entre el agua y la biodiversidad. Fotografía: Quintero, N.
¡Sin agua no hay vida! Una afirmación contundente, que da cuenta de la estrecha relación entre el agua y la biodiversidad. Fotografía: Quintero, N.