El agua constituye el elemento natural indispensable para el desarrollo de la vida y las actividades humanas.
El 70% de nuestro planeta está cubierto de agua, pero no toda posee las condiciones necesarias para el consumo humano: 97% es salada y el 3% restante es agua dulce distribuida en glaciares y zonas polares, además de cuerpos de agua como lagos, ríos y arroyos, que representan tan sólo el 1% y es la que utilizamos para proveernos de agua para la producción agrícola, pecuaria, industrial y consumo humano.
En México, el problema del agua no es ajeno al contexto mundial: 3.3 millones de viviendas carecen de agua entubada, destacando el estado de Veracruz con más de 500 mil, entidad caracterizada por sus precipitaciones, que alcanzan los 1,484 mm anuales (el doble del promedio nacional).